El ex presidente definió que no será candidato pero acordó con el jefe de Gobierno que tendrá un rol activo en la campaña
Con un extremo perfil bajo y una cautela exagerada para que el viaje no se filtrara, Horacio Rodríguez Larreta estuvo cuatro días con sus hijas Paloma y Serena en Villa La Angostura viviendo en la casa de Luis “Toto” Caputo. El jefe de Gobierno porteño viajó el viernes 22 y al otro día visitó a Mauricio Macri en la casa que el ex presidente alquila todos los años en el exclusivo barrio Cumelén.
Según confirmaron fuentes de ambos entornos a Infobae, el cónclave sirvió para comenzar a delinear la estrategia de cara a las elecciones de medio término, en donde Juntos por el Cambio buscará capitalizar las dificultades que el Frente de Todos tuvo para gobernar durante un año y medio azotado por el coronavirus y la crisis económica.
De la charla hubo como resultante dos compromisos. El primero, que ya estaba casi definido pero que ahora quedó ratificado, es que Mauricio Macri no será candidato este año. A diferencia de lo que sostuvo Durán Barba los últimos días de que el ex mandatario no encabezaría ninguna lista porque no le gusta el Congreso, Macri le dijo a Larreta que él no busca fueros, no necesita protección de la Justicia -”no estoy ni procesado”, repite- y que no estaría cómodo pasando de la Casa Rosada a la Cámara de Diputados.
No tiene la misma opinión del Senado. Macri cree que la Cámara alta es más adecuada para albergar ex presidentes pero su argumento de que no necesita fueros se termina imponiendo y ahí es cuando descarta presentarse. Suele hacer referencia a Cristina Kirchner y Carlos Menem como dos ex mandatarios que se refugian de la Justicia en el Parlamento.
El segundo acuerdo al que llegó con Larreta es que tendrá un rol activo en la campaña. Macri quiere hacer todo lo que esté a su alcance para que Juntos por el Cambio haga una buena elección y está dispuesto a mostrarse al lado de los candidatos que le pidan para levantarles el perfil. Esto puede implicar viajes al interior, fotos y reuniones con dirigentes que necesiten un empuje. Pero, más importante, el líder del PRO le dijo a su ex jefe de Gabinete que quiere recomendar postulantes en todo el país.
En este punto Larreta no tuvo objeciones porque, como repite en público y en privado, considera a Macri la cabeza del partido y entiende que el ex mandatario tiene que ser parte del armado ya que representa un sector duro al que al jefe de Gobierno le cuesta más llegar. Sin embargo, el contrapunto se da a la hora de hablar de quién encabece la boleta en la ciudad de Buenos Aires ya que Macri quiere que sea Patricia Bullrich pero Larreta aún no está del todo convencido de que sea lo mejor para su futuro y el de su sucesor en 2023. Si la ex ministra de Seguridad realiza una elección de más de 50 puntos -algo probable- va a ser difícil para el larretismo imponer a quien venga después de Horacio. Desde el entorno de Larreta impulsan a Quirós, que aún no da precisiones sobre si quiere dar el salto hacia este lado de la política. Los números lo acompañan. La otra opción es Vidal, pero Larreta la prefiere en la provincia de Buenos Aires.
Para dentro del PRO, el mensaje que mandaron Macri y Larreta va en sintonía con la necesidad de calmar las aguas en la interna entre duros y moderados. Sin embargo, el ex presidente tendrá que prestar atención a lo que sucede en las otras fuerzas que integran el espacio (UCR-Coalición Cïvica) ya que esta semana, de la mano de Martín Lousteau, hubo nuevos cuestionamientos al rol que debe tener el líder del partido amarillo.
La otra figura a contener es Elisa Carrió, quien ya anunció sus intenciones de ser candidata este año y que había dejado trascender una pelea con Macri. Sin embargo, hace poco los fundadores de Juntos por el Cambio acercaron posiciones a través de un llamado telefónico previo a la reunión que la ex diputada mantuvo con Patricia Bullrich en Exaltación de la Cruz.
Con todo esto en mente y decidido a meterse de lleno en la actividad de la oposición, Macri llegó el jueves del Sur luego de una larga estadía -se instaló el 20 de diciembre- en la que combinó vacaciones con trabajo junto a Juliana Awada y su hija Antonia. Si bien la reunión más importante que tuvo fue con Larreta, el ex presidente realizó cerca de 20 videoconferencias con dirigentes de todo el país más las veces que participó de los encuentros virtuales de Juntos por el Cambio.
Desde allí, todas las apariciones que tuvo en las redes para, por ejemplo, pedir el regreso de las clases presenciales o presentar su fundación, fueron digitadas con Fernando De Andreis, ex secretario general de la Presidencia, y con Hernán Lombardi, ex secretario de Medios Públicos.
Ya en Buenos Aires, tuvo un primer encuentro de trabajo el mismo jueves en su oficina de Olivos con el diputado nacional Waldo Wolff y con Miguel Ángel Pichetto, ex compañero de fórmula en 2019. La semana que viene ya tiene agendadas reuniones con Federico Pinedo, Cristian Ritondo y Jorge Macri.