La adolescente de 18 años le contó que Matías Ezequiel Martínez había roto la perimetral, por lo que lo había denunciado. Un día después, la asesinó.
Un día antes de que la asesinaran, Úrsula Bahillo le había contado a una amiga que su expareja Matías Ezequiel Martínez, principal sospechoso de haber cometido el femicidio, había violado la restricción perimetral que tenía. “Me amenazó, me dijo que quería hablar conmigo y que me bajara de la moto”, dijo la joven de 18 años en unos audios que fuentes de la investigación dieron a conocer a Telenoche. El cuerpo de la adolescente fue encontrado el lunes en la zona rural de Guido Spano.
“Yo tengo una perimetral y él la rompió, por eso fui a denunciarlo de nuevo”, explicó. “Ay, amiga, ¿en serio lo viste? Necesito testigos. Cuando lo vi, fui directamente a la comisaría a denunciarlo. ¿Lo viste? Me volvió el alma al cuerpo”, expresó.
Úrsula había denunciado a Martínez por hostigamiento y la Justicia le había impuesto una orden de restricción el 5 de febrero. Según informaron varios medios locales, el lunes la habría atacado después de una fuerte discusión. Tras el crimen, según detalló el portal Hoy Rojas, el hombre habría intentado suicidarse con el mismo cuchillo, por lo que al detenerlo lo trasladaron al hospital Unzué.
En las últimas horas, además, se conocieron una serie de chats que dejan en evidencia que el acusado, que es oficial de la Policía bonaerense, golpeaba y maltrataba a la víctima. “Me tiene amenazada de muerte, por eso tengo miedo amiga”, le dijo Úrsula a otra joven por WhatsApp sobre Martínez, en noviembre de 2020. En la misma conversación, le contó: “Siete meses me pegó, me callé siempre, hasta que me vi muerta. Por eso lo denuncié”.
En otra de las conversaciones, la joven le había relatado a su amiga un terrible episodio de violencia de género que le tocó vivir en manos del presunto asesino, que en ese momento era su pareja. “Estoy temblando. No me respondas nada de lo que te digo. Me re cagó a palos, pero mal. Y esta vez fue muy posta”, escribió. En esa ocasión, explicó que pasaron juntos por una calle donde él estaba trabajando de albañil con el tío y que había dos chicas, una la miró y le dijo: “Mirá la cornuda”. Frente a esto, la joven reveló que insultó a su novio y él la golpeó.
Tras el crimen, Martínez quedó detenido en sede policial a disposición de la Justicia, acusado de “homicidio calificado por violencia de género”. El agente solía cumplir sus funciones en el Destacamento de San Nicolás, pero estaba con licencia psiquiátrica desde hacía cinco meses, según informaron medios locales. La de Úrsula no era la única denuncia que pesaba contra él en la Justicia.
Una de sus exparejas contó este martes en TN que, después de un año de relación, decidió denunciarlo por violencia de género. Aseguró que el oficial es “un psicópata” que, durante el tiempo que estuvieron juntos, la esperaba afuera de su casa con el patrullero para controlar lo que hacía. Afirmó que “le pegaba a su mamá y a sus hermanas” y que “mantenía relaciones sexuales” con su abuela. “No era consentido”, dijo. Además, denunció que “violó a una nena con discapacidad”.
Los allegados de Úrsula culpan a la Policía por inacción y sostienen que, como en tantos otros casos, el femicidio “podría haberse evitado”. “Ella pedía por favor que no quería ser una menos. Quiero a la cúpula policial de la ciudad de Rojas removida”, exigió la mamá de la víctima en diálogo con TN. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni se reunió este martes con la familia y prometió que habrá justicia por el crimen de la adolescentes que, por estas horas, conmociona a toda la Argentina.