El Presidente apuntó a las dificultades para establecer acuerdos durante un acto. “El problema ciudadano tiene otra magnitud y nos está reclamando que cedamos”, dijo
En un contexto en el que la interna del Frente de Todos recrudece luego del debate legislativo que finalizó en la aprobación del acuerdo con el FMI, el presidente Alberto Fernández convocó a constituir un nuevo tiempo para “trabajar unidos y juntos” y planteó: “Ya tuvimos demasiados años para distanciarnos, pelearnos y marcar diferencias”.
“Hay cuestiones donde no tiene sentido que sigamos marcando esas diferencias. El problema ciudadano tiene otra magnitud y nos está reclamando que cedamos”, dijo Fernández en la capital de Tucumán, donde encabezó un acto institucional en el que se firmaron convenios de seguridad.
Sin mencionar explícitamente a los desacuerdos con Cristina Kirchner y otros sectores del oficialismo, el jefe de Estado hizo alusión a las dificultades que tiene la dirigencia política para “encontrar coincidencias para salir de los problemas” que tiene el país. En ese marco, volvió a destacar la firma del acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de su aprobación definitiva anoche en el Senado de la Nación, donde el Poder Ejecutivo volvió a lograr una mayoría con el apoyo de los bloques opositores, pero encontraron votos de rechazo y abstenciones de parte de un grupo de legisladores alineados con el kirchnerismo.
”Vamos saliendo de los problemas. Primero de la deuda con los acreedores privados y ayer empezamos a resolver la deuda con el FMI. Deuda que heredamos y que seguramente de haber estado gobernando no hubiéramos tomado. Pero son problemas que tenemos que ir resolviendo”, señaló durante el evento oficial en la provincia de Tucumán.
De esta manera, el Presidente habló por primera vez sobre el aval que obtuvo del Congreso de la Nación, a través del proyecto de ley que autoriza al Gobierno a firmar el acuerdo con el FMI para la refinanciación de la deuda contraída en 2018 por el gobierno macrista de más de 44 mil millones de dólares.
Tras casi diez horas de sesión, la Cámara alta apoyó el proyecto que venía con la media sanción de Diputados con 56 votos positivos, 13 negativos y tres abstenciones.
Desde que se firmó el acuerdo y arrancó el debate legislativo, los votos divididos en el Frente de Todos explicitaron las fisuras y el nivel de discripencias internas en la coalición, algo que había sido anticipado por la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de la Camara de Diputados. La desconfianza quedó en evidencia esta semana luego de que la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, confirmara que la vicepresidenta Cristina Kirchner no le contestó los mensajes a Alberto Fernández durante los graves incidentes en el Congreso, que incluyó un ataque dirigido con piedrazos a su despacho.
Por eso, se esperaban las definiciones del jefe de Estado en Tucumán. En su intervención, Alberto Fernández también le dedicó unas palabras a la inseguridad, sobre la que indicó que “el problema de la seguridad no tiene ideología”. “No es problema de las derechas o las izquierdas, sino de los ciudadanos y debemos resolverlo prestigiando a nuestras fuerzas” de seguridad, afirmó.
”Para la lucha contra el crimen, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. Hay que ser severos en la persecución del delito y la justicia tiene que hacer su parte”, concluyó.
El acto en Tucumán contó con la participación de otros funcionarios como el vicegobernador a cargo del Ejecutivo provincial, Osvaldo Jaldo; el jefe de Gabinete, Juan Manzur y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. El objetivo declarado de la visita apuntaba a la firma de convenios para la construcción de dos alcaldías y se entregaron 100 patrulleros.
El plan para reforzar la seguridad en Tucumán
Los patrulleros cuentan con radio base y GPS incorporado, lo que permitirá el monitoreo de las mismas a través del Sistema 911. Estarán destinadas a las distintas comisarías y destacamentos, a fin de incrementar el parque automotor con el que cuenta la institución para aumentar la celeridad en las respuestas en materia de seguridad y mayor prevención del delito.
Luego, Aníbal Fernández y el gobernador Jaldo, realizaron la firma de un convenio interjuridiccional para la financiación de $600 millones que servirán para la construcción de dos alcaidías: una en Río Seco y la otra en Delfín Gallo.
El mandatario provincial hizo hincapié en el compromiso del Estado con la comunidad para enfrentar la inseguridad en Tucumán. “Tenemos una comunidad que cada día espera mucho más de nosotros. Hemos venido haciendo inversiones y realizando acciones, tanto en la seguridad preventiva como en las diferentes acciones que desplegamos a lo largo y ancho de la provincia. Pero sabemos que hay una comunidad que nos exige porque los tucumanos queremos vivir tranquilos”, expresó.
En esa línea, el gobernador tucumano resaltó la incorporación de alrededor de los 100 vehículos oficiales, como también la inclusión de nuevos agentes y la titularización y ascensos dentro de la fuerza provincial y la incorporación de cámaras de seguridad.
“Por eso, hoy les pido mayor esfuerzo y sacrifico, desde los generales hasta el último policía. Necesitamos más policiales en las calles para cuidar los bienes y el esfuerzo de cada uno de los tucumanos. Y ese es el desafío de la Policía de Tucumán”, indicó.
Las alcaidías
La Alcaldía de Delfín Gallo estará ubicada en la ex escuela técnica “Antonio Correa” que será remodelada y refaccionada para cumplir con su nuevo fin. Tendrá capacidad para 172 internos y se tendrán en cuenta los nuevos conceptos sobre centros de detención con el fin de que sea un lugar seguro para detenidos, guardiacárceles y vecinos.
La obra demanda una inversión de $256 millones y estiman que la construcción comenzará en marzo con un plazo de ejecución de 10 meses.
La alcaldía de Río Seco estará ubicada en la esquina de avenida Miguel Avellaneda y pasaje Chalón. Tendrá dos plantas, en la parte inferior estarán los detenidos y, en la superior, funcionarán las oficinas administrativas, la cocina y se construirán vestuarios y lugar de descanso para los guardias.
El centro de detención que también tendrá capacidad para 172 internos, demandará una inversión de $290 millones y tendrá un plazo de ejecución de 10 meses.