“Hay determinados incrementos o presiones de precios que, si seguimos viendo este tipo de comportamientos especulativos, no nos va a temblar el pulso a la hora de cerrar las exportaciones de carne”, dijo la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, quien también señaló un posible aumento de retenciones
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, dijo que si el precio de la carne sigue aumentando “no nos va a temblar el pulso a la hora de cerrar las exportaciones”.
En declaraciones radiales, la funcionaria señaló que “hay determinados incrementos o presiones de precios que, si seguimos viendo este tipo de comportamientos especulativos, no nos va a temblar el pulso a la hora de cerrar las exportaciones de carne”,
“Hay que entender que tenemos que tomar algunas medidas”, dijo Español. “No es lo mismo lo que sucede con los precios de los alimentos de góndolas que lo que sucede con los precios alimentos frescos. Por ejemplo, en frescos ha subido muchísimo más el año pasado y también este año, el precio de la carne”.
La funcionaria, que depende del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, enfatizó que “en un contexto así, la verdad que hay que avanzar con ciertas herramientas de la administración del Comercio de este tipo de productos. Medidas que pueden ser subas de retenciones, encajes, cupos. Es decir, hay medidas que se pueden tomar y que realmente se están evaluando”.
Español recordó que seguirá las conversaciones con representantes del sector cárnica, pero no descartó herramientas como suba de retenciones, imposición de encajes y cupos y hasta el cierre de las ventas al exterior para contener el avance de la inflación, luego de que entre diciembre de 2020 y febrero la inflación minorista acumuló un aumento del 12,1%, impulsada sobre todo por el aumento del precio de los alimentos. La inflación de marzo aún no fue difundida, pero economistas y consultoras la estiman nuevamente en torno e incluso por encima del 4%, lo que compromete seriamente el objetivo de inflación del presupuesto 2021, del 29% para todo el año.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, ha dicho que la inflación cederá a un ritmo del 2% anual a partir de mayo, pero en la coalición oficialista hay cada vez mayor inquietud porque el aumento de los precios no pierde fuerza.
A raíz del nivel de precios y de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de la población, agravada además por el aumento del desempleo, en el primer trimestre del año el consumo de carne vacuna en el primer trimestre del año fue el más bajo desde 2003. Según precisó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) entre enero y marzo el mercado interno demandó unas 527.300 toneladas de res con hueso, un 4,3% menos que en igual período de 2020. Fue así el nivel de consumo más bajo de los últimos 18 años. Otro informe señaló además que en 2020 por primera vez el consumo interno de papa, con 52 kilos por habitante, superó por primera vez el consumo por habitante de carne vacuna.
Según el reciente informe de Ciccra. “la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación, explican la contracción de la demanda de carne vacuna registrada en los últimos tres años, sumadas a los cambios de hábito de consumo”. Además, apunta a causas macroeconómicas del aumento de precios al señalar que “el cambio de la política monetaria/cambiaria a partir de las PASO de 2019, primero, y la gran emisión de pesos para enfrentar los efectos de la pandemia/’cuarentena’, después, llevaron a los productores ganaderos a refugiarse nuevamente en la cría y engorde de la hacienda vacuna, lo que se tradujo en una menor oferta de corto plazo”.
De hecho, el informe incluye un cuadro con la evolución de precios de la hacienda de invernada, los precios en Liniers y al consumidor final desde julio de 2019 y desde mayo de 2020 hasta el mes pasado, señalando que el precio final aumentó menos que en los eslabones previos. Y explica: “a partir de mayo de 2020, con el relajamiento de la cuarentena, quedó en evidencia el exceso de oferta de pesos en la economía nacional. En ausencia de acceso a financiamiento voluntario, el gobierno nacional contó con la emisión monetaria como herramienta casi exclusiva para asistir a los grupos más afectados por la pandemia/’cuarentena’. Esto llevó a los productores ganaderos a comprar hacienda como forma de proteger el capital de trabajo, provocando que el precio de la invernada subiera a un ritmo elevado a partir de mayo. Combinado esto con el mayor costo del maíz en la segunda parte de 2020, llevó a los productores a realizar recrías largas de la hacienda para consumo sobre pasturas o a campo natural, lo cual extendió el plazo de ‘terminación’ del animal. Nuevamente, ello se tradujo en una menor disponibilidad de hacienda para enviar a faena”.
Más allá de las explicaciones que den los productores de carne vacuna, el Gobierno está impaciente con la inflación. Las advertencias de Español y la posibilidad de un aumento retenciones, la imposición de cupos e incluso el cierre de las exportaciones provocarán las reacciones del sector cárnico.