WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para la economía al anticipar una caída del producto bruto interno (PB) para este año del 3,5% y advirtió sobre el riesgo de una recesión más prolongada de lo previsto que pueda elevar las tensiones sociales.
“La actual recesión económica podría prolongarse más y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, provocando penurias prolongadas e intensificación de las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social”, indicó el informe del staff del Fondo que fue presentado ante el Directorio Ejecutivo del organismo la semana pasada para la aprobación de la 8º revisión del programa con la Argentina.
Con todo, el staff dijo también que “varios indicadores” apuntan hacia una “posible estabilización” de la economía a partir de abril, incluidas mejoras en la confianza de los consumidores, un repunte del crédito privado y el consumo de cemento, además de una mejora de la cosecha del campo luego de la histórica sequía del año anterior.
El informe del staff, difundido este lunes en Washington, ofrece el diagnóstico más amplio y abarcativo de los funcionarios del Fondo sobre el avance del programa y el estado de la economía argentina. El informe incluyó un menú de asuntos pendientes y de advertencias, algunas de las cuales ya son habituales en los mensajes de las autoridades del Fondo Monetario a la hora de ofrecer su visión sobre la Argentina.
Al enumerar los riesgos del programa, el Fondo mencionó, en primer lugar, la posibilidad de que la recuperación demore en llegar, con un correlato en el agotamiento social causado por la crisis y el ajuste, y las complicaciones posteriores en la implementación del plan de estabilización. Y. en segundo lugar, el Fondo mencionó “mayores retrasos” en sacar del Congreso el paquete fiscal de la Ley Bases, que fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero dado de bajada por el Senado. Al respecto, el Fondo consideró “vital” la restitución del impuesto a las ganancias para los salarios más altos.
“Mayores retrasos en la obtención de la aprobación del Congreso de los paquetes fiscal y estructural también podrían obstaculizar los esfuerzos de estabilización y requerirían que se tomen fuertes medidas compensatorias bajo el control del Ejecutivo, según sea necesario, para asegurar todos los objetivos del programa. También deben continuar los esfuerzos para garantizar una distribución adecuada de la carga y generar consenso para la reforma, dado el frágil panorama social y político”, señalaron los funcionarios del FMI.
Ya la semana anterior, la subdirectora Gerente del Fondo, Gita Gopinath, quien presidió la reunión del board en la cual se aprobó la nueva revisión del programa con la Argentina, había dicho en un comunicado difundido en Washington que, no obstante los logros de los últimos meses, persisten “desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento”, y todavía queda por delante un proceso “con desafíos”, y deben fortalecerse las políticas para arraigar a los avances alcanzados, al igual que seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas sin descuidar a los más vulnerables, un mensaje recurrente de Fondo. Gopinath advirtió que los riesgos que enfrenta la economía argentina “siguen siendo elevados”, y por lo tanto “la planificación de contingencias seguirá siendo fundamental”. Y pidió específicamente aprobar la reforma de Ganancias en el Congreso.
“Se han logrado avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal y ahora se debe dar prioridad a seguir mejorando la calidad de la consolidación fiscal”, puntualizó Gopinath. “Deben proseguir los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto”, profundizó.
Advertencias y riesgos de lado, Gopinath y el staff indicaron que el programa sigue “firmemente encarrilado” –el Gobierno sobrecumplió todas las metas acordadas–, y volvieron a elogiar la determinación oficial para lograr cuatro meses consecutivos de superávit fiscal por primera vez en casi dos décadas. Con ese logro en el espejo retrovisor, el Fondo dejó en claro que la prioridad principal, ahora, es fortalecer el ancla fiscal y mejorar la calidad del ajuste para arraigar el plan de estabilización.
Fuente: La Nación