El exgobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri recibió un duro revés de la Justicia provincial este miércoles, ya que la Cámara de Casación ratificó la sentencia a ocho años por corrupción.
En abril del año pasado, la Justicia entrerriana condenó a Urribarri a ocho años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con la función pública. Así lo decidió por unanimidad el Tribunal de Juicios y Apelaciones de esa provincia, integrado por José María Chemez, Carolina Castagno y Elvio Garzón.
Al momento de la condena, Urribarri se desempeñaba como embajador de Argentina en Israel y fue desplazado por el Gobierno.
La Justicia dio por probado un esquema de retornos en cada operación financiada por el Estado provincial, o las contrataciones por 28,4 millones de pesos para la organización del encuentro de presidentes del Mercosur que se realizó en Paraná en 2014.
Los jueces analizaron si esas y otras contrataciones cuestionadas, como la de pautas publicitarias en medios nacionales y la instalación de un parador turístico en Mar del Plata, tenían por finalidad promocionar la precandidatura de Urribarri a presidente de la Nación en 2015, a un costo de más de 14 millones de pesos.
Menos de un año después de haber sido condenado a ocho años, Urribarri se presentó ante la Justicia entrerriana para poder ser una vez más candidato a gobernador de la provincia, aunque finalmente bajó su precandidatura.
Urribarri fue gobernador de Entre Ríos en dos períodos, entre 2007 y 2015. Al año siguiente de asumir, en 2008, una reforma constitucional incorporó el artículo 161 que sostiene que el gobernador y el vice solo pueden estar en el cargo dos períodos. La aplicación era inmediata y se dispuso, además, que no se computarían los mandatos cumplidos pero sí el período en curso, lo que dejaba fuera de una posible nueva candidatura a Urribarri.
Qué dijo Urribarri tras la confirmación de la condena
“Los términos en los que se expresó Casación demuestran que está en campaña electoral. Las inéditas expresiones y las calificaciones de la resolución que escuchamos hoy son propias de un discurso político para generar impacto mediático. Nada tienen de jurídico”, afirmó Urribarri en declaraciones que consignó el diario UNO de Entre Ríos.
«No esperábamos objetividad, imparcialidad e independencia de parte de la esposa del dirigente del PRO de Concepción del Uruguay, Juan Enrique Ruiz Orrico, exfuncionario del macrismo, candidato a intendente por ese partido y ladero de Frigerio; quien se dedica a agraviarme públicamente, que dice barbaridades sobre mí en los medios de comunicación, que ataca al kirchnerismo y que, incluso, ha opinado ofensivamente sobre este proceso judicial», agregó el exmandatario.
«Claramente había una opinión formada, un prejuicio, respecto de mí y de esta causa desde mucho antes de que llegara a sus manos. Una total violación a las garantías constitucionales», sostuvo Urribarri.
Y concluyó: «El fallo que recibimos en primera instancia es absolutamente arbitrario, irracional e infundado. De hecho, la propia fiscal Yedro, en un acto de sincericidio, reconoció que no tenían pruebas ni testigos. La contundencia de esta admisión por parte de la Fiscalía echaba por tierra la acusación y hacía indiscutible el sobreseimiento».