En un zoom desde la Quinta Presidencial de Olivos, el presidente dijo que apunta a que la solución con el FMI “se refleje en tasas adecuadas y tiempos adecuados”. Además, señaló que “siempre esa deuda le ha generado un condicionante para poder avanzar y crecer”.
El presidente Alberto Fernández pidió “renegociar” las tasas y los plazos de pago de la deuda que el país contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al encabezar la apertura de la reunión plenaria del Consejo Económico y Social (CES) con miembros del Grupo Asesor Externo.
En un zoom desde la Quinta Presidencial de Olivos, Fernández dijo que apunta a que la solución con el FMI “se refleje en tasas adecuadas y tiempos adecuados”.
“Lo que más buscamos no es postergar pagos, sino encontrar una solución al problema de la deuda, de modo de tener tiempo para crecer y que lo que comprometamos a futuro se pueda cumplir. De otro modo, la restructuración de la deuda será un problema que se dilate y no quiero incrementarlo sino resolverlo”, completó el mandatario.
Fernández señaló que la Argentina “es un país que enfrenta un problema de deuda singular, que tal vez no haya otros en el mundo” y señaló que “siempre esa deuda le ha generado un condicionante para poder avanzar y crecer”.
En ese contexto, recordó que su Gobierno pudo “encontrar una salida con acreedores privados, al darle tratamiento a esa deuda dentro de los márgenes que el FMI planteó, con sostenibilidad, es decir con programar una deuda de modo tal que fuera factible poder cumplirla”.
Sobre ese punto, Fernández resaltó que la solución con los acreedores privados le permite a la Argentina tener en “10 años un ahorro muy importante sobre la deuda total”, y solicitó resolver el endeudamiento con FMI “con las mismas características que tuvo aquel acuerdo y que hizo sostenible aquello”.
Puntualizó que esa sostenibilidad “no debe ser solo para los acreedores privados, sino para cualquier tipo de acuerdo”, y aseguró que con el FMI hay “una discusión franca, honesta y fructífera”.
El Presidente enfatizó que el país “se endeudó de modo incomprensible” y recordó que en 2005 pagó “la totalidad de la deuda” con el FMI, por “9.800 millones de dólares”.
“Ahora tenemos que afrontar una deuda cuatro veces mayor que se contrajo en un solo año”, refirió Fernández, y remarcó que “es una deuda de tal magnitud, cuantiosa, que paga sobretasa por el castigo de haber tomado más de lo que tenía posibilidades” de hacerlo.
Para el mandatario “es un debate que merece ser dado, en medio de una pandemia que está asolando al mundo”, y aseguró que muchos países “están receptando” esa idea para “dar una solución definitiva y no postergarla”.
“Hace unos días he leído una declaración del papa Francisco que va en el sentido de lo que hablo”, reseñó Fernández, en relación a incentivar a los organismos internacionales de crédito a “que entiendan la crudeza de los tiempos” que se viven y “buscar un acuerdo que se pueda cumplir, sin postergar las necesidades” del pueblo.
Recordó que 4 de cada 10 argentinos “están en una situación de pobreza”, y sólo en el Gran Buenos Aires el índice “es del 50%”, lo que obliga a “extremar los esfuerzos” para que los compromisos que se asuma “no postergue más a esos millones” de habitantes.
Además, el mandatario sostuvo que las “expresiones de la directora ejecutiva del Fondo, Kristalina Georgieva” lo hacen “guardar la expectativa íntima de que esto” que plantea “sea escuchado y sea una solución que exceda a la Argentina”, y ejemplificó “la decisión de ampliar el capital y los derechos especiales de giro”
“Aspiro a que se revise todo, las tasas y los tiempos, que es una cuestión contable y no quiere decir quitas, sino demoras y más tiempo para pagar”, subrayó Fernández, quien añadió que “no debería ser tan complicado revisar plazos de repago”.
Del mismo modo, se mostró optimista con respecto al desempeño de la economía y destacó que el hecho de que “la recaudación haya crecido en marzo más de un 70 por ciento, 20 puntos reales más respecto a la inflación en el mismo período, da una pauta concreta del crecimiento” del país.
“La coyuntura exige que revisemos las cosas, porque el caso argentino tiene sus peculiaridades”, señaló y reclamó a los organismos internacionales de crédito soluciones no sólo para los países pobres, sino también para los de renta media como la Argentina.
“No quiero que los organismos de crédito internacionales den una solución solo a los países pobres, sino también a los de renta media, que son tratados como ricos cuando no lo somos”, sintetizó el Presidente, en un mundo “que no sabe cuándo podrá en marcha el 100% de su economía”.
De la reunión plenaria participaron el presidente del CES, Gustavo Beliz; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el profesor de la Universidad de Columbia y consejero de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jeffrey Sachs; la secretaria General de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan; el director ejecutivo del Jubilee USA Network, Eric LeCompte; y la secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; además de los integrantes del Consejo.
Entre otros temas, los participantes analizaron el futuro del trabajo, el sistema de obras públicas, la reforma de la arquitectura financiera global y regional, los desafíos de Latinoamérica en la era del Covid-19, la relevancia de la reestructuración de deudas, la ampliación de derechos especiales de giro (DEG) del FMI y el financiamiento del desarrollo en la Argentina.
El CES, creado en febrero pasado, busca generar un debate informado para la búsqueda de consensos sobre prioridades estratégicas para la Argentina.
El órgano reúne a trabajadores, empresarios y representantes del sistema académico y científico y de la sociedad civil.