«Todos aportaron a la causación del daño en distintos roles», dijo el abogado Carlos Reyna. Crédito: Flavio Raina.
Los primeros en hacer sus alegatos de cierre en el juicio oral por la millonaria defraudación de Bolsafe Valores, fueron los abogados del bloque querellante. El 24 de junio los Dres. Carlos Reyna, Leandro Corti y Enrique Müller coincidieron en un pedido de condena único de 12 años de prisión para el contador Mario Rossini, más inhabilitación y multa. Para su hermano Omar la pena reclamada es de 5 años de cárcel y 6 de inhabilitación; mientras que a la contadora Mercedes Leiva le fijaron el pedido de condena en 4 años de cárcel, 6 de inhabilitación y multa.
A diferencia de la fiscalía, la querella sí pidió sanción penal para el staff de Rossini, de 4 años de cárcel por igual para cada una de las seis acusadas, como partícipes primarias del delito de fraude achacado a Rossini.
El primero en exponer fue el Dr. Reyna, quien a través de un sistema de filminas y cuadros, explicó la ingeniería fina que permitió al contador concretar la maniobras a través de las fisuras del sistema bursátil local y nacional.
A propósito de las seis mujeres, el profesional dijo que «no dejamos de ver que eran empleadas y que fueron perjudicadas» porque «no supieron cuándo salir», ya que «nadie contó con el ACV» que sufrió Rossini antes del descalabro, no obstante y a pesar de ver el caso con «perspectiva de género», las consideran responsables en su justa escala ya que «todos aportaron a la causación del daño en distintos roles», dijo.
Su par el Dr. Corti marcó la «inédita gravedad institucional que tiene la causa Bolsafé, no sólo para la provincia y la región» y al igual que su par, señaló que «sin un esquema de delegación y distribución de roles Rossini no hubiera podido llevar adelante la maniobra». Al planteo de sus colegas adhirió el Dr. Müller, quien solicitó idénticas sanciones.
Fuente: El Litoral