Los Bucks redondearon una gran noche como local y vencieron a Phoenix por 120 a 100, para descontar 1-2 en las finales de la liga de básquet más importante del mundo
Milwaukee Bucks tuvo una noche redonda como el marcador final con el que se terminó imponiendo por 120 a 100 a Phoenix Suns, como local, en el tercer partido de la serie final de la NBA, que ahora pierde 2-1.
Giannis Antetokounmpo fue la gran figura y se mostró otra vez en plenitud, como en el juego anterior pese a la derrota, luego de recuperarse de una lesión. La tarea del ala pivote griego fue superlativa con un doble-doble de altas cifras, ya que convirtió 41 puntos y bajó 13 rebotes en menos de 38 minutos. En el partido anterior del pasado jueves, el segundo en Phoenix, los Suns habían ganado por un marcador de 118 a 108. Y en ese juego ya Antetokounmpo había tenido también números muy parecidos a los de hoy, con 42 tantos y 12 rebotes.
El primer juego de las Finales de la NBA en Milwaukee desde 1974 se inclinó a favor del equipo local, con Antetokounmpo y un equipo de Bucks más alto que su rival abrumando a los Suns, más pequeños, con una ventaja de 20-2 en puntos de segundas oportunidades. “Sabíamos el tipo de partido que sería. Sabíamos que tendríamos que venir, jugar buen básquetbol y competir lo más duro posible”, declaró Antetokounmpo.
Antetokounmpo, quien faltó a los últimos dos juegos de la final de la Conferencia del Este por una hiperextensión en la rodilla izquierda y no estaba seguro de estar listo para el inicio de las Finales, dio continuidad a su actuación de 42 puntos y 12 rebotes del segundo partido —al grado que ahora incluso anotó los tiros libres. De vuelta frente a sus aficionados, y libre de la presión por el estruendoso conteo al que ha sido sometido cada vez que está en la línea de los libres en los partidos como visitante, Antetokounmpo acertó 13 de 17 desde la línea.
Chris Paul terminó con 19 puntos y nueve asistencias, pero los Suns obtuvieron muy poco de su otra estrella. Devin Booker sumó solamente 10 puntos y con una efectividad muy baja con tres de 14 tiros de campo. “Sabíamos lo que teníamos qué hacer”, afirmó Holiday. “Ya hemos estado en esta situación. Sabíamos lo que significaba este partido para nosotros y para la ciudad”.
Los Bucks buscan alzar su segundo título de la NBA y no habían disputado unas finales en 47 años. Tomaron el control del partido al superar en puntos a Phoenix 30-9 en los últimos nueve minutos del segundo cuarto, y luego cerrando el tercer periodo con un ataque de 16-0. Antetokounmpo anotó siete puntos seguidos para culminar una racha de 9-0 en el segundo periodo que dio a Milwaukee una ventaja de seis tantos, y luego que Phoenix despertó con seis unidades sin respuesta, los Bucks de nuevo se despegaron con una embestida de 16-3.
Los Bucks, que perdieron los primeros dos duelos de la serie frente a Brooklyn en la segunda ronda de los playoffs, evitaron caer en una desventaja de 3-0 de la que ningún equipo de la NBA se ha recuperado. Milwaukee limitó a los Suns a nueve triples después de que Phoenix acertó 20 tiros de larga distancia para ganar el segundo choque de las finales.
Ayton y Jae Crowder terminaron con 18 puntos cada uno por los Suns. Pero Mikal Bridges, quien tuvo un máximo de postemporada de su carrera con 27 unidades en el segundo partido, sólo contribuyó con cuatro esta vez.
El cuarto partido de esta serie final al mejor de siete enfrentamientos tendrá lugar el próximo miércoles, nuevamente en el Fiserv Forum, de Milwaukee, desde las 22 de Argentina y con transmisión de ESPN.