En un nuevo fallo desfavorable para la Argentina, la Corte Suprema de los Estados Unidos (EE.UU), rechazó una apelación por parte del Gobierno nacional en el marco del juicio por el default del 2001, en donde no se pagó a los tenedores de deuda su parte correspondiente.
Por lo tanto, el país deberá afrontar embargos por 310 millones de dólares por parte de los holdouts que reclaman el pago de la tenencia de títulos o bonos de esa deuda, que arrastró la crisis del 2001.
Con la sentencia del supremo tribunal estadounidense los acreedores podrán tomar posesión de USD 310 millones pertenecientes al Estado argentino, depositados en cuentas de la Reserva Federal de la ciudad de Nueva York, así como en Alemania y en Suiza.
Este es el segundo revés judicial para el país que comanda Javier Milei, en menos de tres meses debido a que la Corte Suprema del Reino Unido, también falló en contra de la Argentina en el caso por el Cupón PBI.
De hecho, los fondos buitre comenzaron un juicio de primera instancia en donde obtuvieron una sentencia favorable gracias a la jueza del Distrito Sur de Manhatta, Loretta Preska, que obligó al país a pagar en total USD 477 millones. Pero los abogados estatales apelaron el caso, elevándolo hasta la Corte Suprema, que finalmente le dio la razón a los acreedores.
Vale destacar que la Argentina ingresó al “Plan Brady” en 1993, lo que le permitió reestructurar su deuda mediante la emisión de bonos que tenían como colateral a los títulos del Tesoro que ahora están sujetos a embargos, tras perder los juicios.