El Mercosur y la Comisión anunciaron un histórico acuerdo de libre comercio después de 25 años de negociaciones, pero el rechazo crece entre algunos gobiernos europeos como Francia o Italia. El presidente Javier Milei participó por primera vez en una reunión del pacto sudamericano y se reunió con los presidentes de Brasil, Paraguay y Uruguay y con la jefa europea, Ursula von der Leyen.
“Esta es una jornada histórica, un hito fundamental. Se trata de un acuerdo equilibrado y ambicioso”, sostuvo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al anunciar en Montevideo junto a los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
”Este acuerdo es el resultado de visiones compartidas: en 1994 mi predecesor Jacques Delors estuvo aquí en Montevideo para compartir visiones comunes. Hoy estamos transformando esta visión en realidad”, afirmó Von der Leyen, al frente de las negociaciones en nombre de los 27 miembros de la UE.
“En un mundo cada vez más dividido estamos lanzando un mensaje: demostremos que las democracias pueden ponerse de acuerdo. No es solo una necesidad económica, sino política, creemos que la cooperación trae progreso y prosperidad”, continuó.
La presidenta de la Comisión subrayó que con el acuerdo “creamos un mercado de 700 millones de personas. Los acuerdos comerciales van más allá de la economía, reflejan nuestros valores comunes, y el acuerdo UE-Mercosur refleja nuestro compromiso contra la deforestación y con la implementación de los acuerdos de París”.
”Es un “acuerdo en el que todos ganan”, insistió. “Las inversiones estratégicas europeas se verán facilitadas e impactarán en sectores vinculados a la vida cotidiana de las personas. Y, dirigiéndome a los europeos, digo: este acuerdo es una victoria para la UE. Esta es la realidad”, añadió. ”El acuerdo ahorra mucho dinero a nuestros operadores económicos: es un buen día para Mercosur y Europa y para nuestro futuro común y ofrece grandes oportunidades para las generaciones futuras”.
Por su parte, el presidente de Uruguay destacó que en la reunión previa que mantuvieron los líderes “todos han subrayado la transcendencia del día de hoy”, pese a los “matices y diferencias” que puedan existir en el grupo. Asimismo, calificó el tratado como una “oportunidad” en un mundo “tan convulsionado”.”Un acuerdo de este tipo no es una solución, no hay soluciones mágicas”, dijo Lacalle Pou. “Es una oportunidad”.
Al mismo tiempo, la líder europea también hizo un posteo en X: “Hemos concluido las negociaciones para el acuerdo UE-Mercosur. Marca el comienzo de una nueva historia. Ahora espero discutirlo con los países de la UE. Este acuerdo funcionará para las personas y las empresas. Más empleos. Más opciones. Prosperidad compartida”.
“Este acuerdo es una victoria para Europa. 30.000 pequeñas empresas europeas ya exportan al Mercosur. Seguirán muchos más. UE-Mercosur refleja nuestros valores y compromiso con la acción climática. Y nuestros estándares de salud y alimentación siguen siendo intocables”, afirmó en otro mensaje.
Ahora la UE necesitará ratificarlo a través de al menos 15 países del bloque, que representan el 65% de la población europea. Además, deberá pasar por el examen del Parlamento Europeo. En el caso del Mercosur, cada país lo aprueba y entra en vigencia por separado.
El tratado, de concretarse, crearía la mayor zona de libre comercio del mundo con 700 millones de consumidores y un PBI combinado de 21,3 billones de dólares.
Las cinco claves del acuerdo UE-Mercosur
- Las negociaciones empezaron en 1999 y el tratado busca eliminar la mayoría de los aranceles entre ambas zonas, creando un espacio de más de 700 millones de consumidores.
- Si se adoptara, permitiría que Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay exportaran a Europa carne, azúcar, arroz o miel. La UE exportaría por su parte vehículos, maquinaria o productos farmacéuticos. El acuerdo prevé cuotas de exportación de 99.000 toneladas de carne vacuna y la supresión de todos los derechos de aduana sobre 60.000 toneladas de carne importada del Mercosur.
- Tras un acuerdo “político” alcanzado en 2019, la oposición de varios países bloqueó su adopción definitiva. La expectativa es que este viernes se cierre el acuerdo técnico.
- Francia se opone al acuerdo para proteger su agricultura y presiona para que el tratado incluya las disposiciones del Acuerdo de París sobre el clima y que los compromisos adquiridos en materia climática sean vinculantes. Intenta además alinear desde hace semanas a varios países europeos para constituir una “minoría de bloqueo”.
- Si se firma un acuerdo, la Comisión Europea deberá obtener su ratificación con la aprobación de al menos 15 Estados miembros que representen un 65% de la población del bloque y una mayoría en el Parlamento Europeo.
Qué pasará con el acuerdo UE-Mercosur
La Comisión Europea, y no los gobiernos, según los estatutos de la UE, es la encargada de negociar acuerdos comerciales. Pero Francia e Italia se encargaron el mismo jueves de dejar claro que aunque se acuerde un texto entre las partes, el proceso de ratificación de un Tratado de Libre Comercio, que sí supone la aprobación de los países, se enfrentará con un muro de resistencia.
La cuestión central es la protección del sector agropecuario, que considera que deberá competir en inferioridad de condiciones con la poderosa agroganadería del Cono Sur.
El acuerdo se había cerrado en 2019 tras más de 20 años de dilatadas conversaciones. Pero la UE pidió añadir un anexo en el que reclama más garantías a los países sudamericanos de que se atendrán al Acuerdo de París sobre el clima y a la legislación laboral internacional. Ambas cuestiones están en el texto final.
Ahora, el tratado enfrenta la durísima oposición de Francia —que tiene la mayor industria agrícola de Europa— y las dudas de Italia y otros países de la UE, como Polonia, Austria y los Países Bajos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reafirmó su postura este mismo jueves: consideró al tratado “inaceptable en su estado actual”. “Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola”, aseguró.
En la misma línea, “el gobierno italiano considera que no se dan las condiciones para apoyar el texto actual”. Roma exige una “protección adecuada (…) para el sector agrícola”, afirmaron fuentes oficiales.
La Comisión Europea, empujada por Alemania y España, está decidida a concretar el acuerdo. Quiere aprobarlo antes de la asunción de Trump en Estados Unidos como remedio a las amenazas crecientes del presidente electo de aplicar aranceles indiscriminados.
Cuál es la postura de Javier Milei sobre el Mercosur
Esta es la primera cumbre del Mercosur de Milei. En la reunión celebrada a mediados de año en Asunción decidió ausentarse para no encontrarse con Lula. Sin embargo, ambos mandatarios se vieron y saludaron en un frío encuentro informal antes del inicio del G20 celebrado a mediados de noviembre en Río.
Ahora Milei tomará la presidencia pro-témpore del bloque por los próximos seis meses.
El mandatario argentino viajó a la capital uruguaya con su nueva estrategia que prioriza el pragmatismo en ciertos puntos de su política exterior. Al contrario de lo que se barajó en un principio, no irá a romper el pacto sudamericano, sino a intentar abrirlo y flexibilizarlo.
El plan, similar al impulsado por el presidente uruguayo saliente Luis Lacalle Pou, prevé que cada país pueda negociar sus propios acuerdos comerciales en forma individual, algo que prohíben los estatutos del mercado regional.
En ese marco, Milei planea avanzar con un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, tras la asunción de Donald Trump, tal como lo hace Uruguay con China, a pesar de las fuertes reticencias de Brasil.
El vocero presidencial Manuel Adorni subrayó que Argentina “siempre” permanecerá a favor de acuerdos comerciales dentro y fuera del bloque económico suramericano. “Todo lo que sean acuerdos comerciales vamos a estar de acuerdo, siempre, sean UE-Mercosur o un tratado de libre comercio con Estados Unidos”.
Una salida que baraja la Cancillería es que el propio Mercosur negocie acuerdos marco con otros países o bloques comerciales y que cada miembro del pacto quede habilitado para profundizar esa unión en forma individual.
Pero la salida de Lacalle Pou del gobierno uruguayo le quitará a Milei un aliado ideológico en el bloque. Será reemplazado en marzo por el centroizquierdista Yamandú Orsi, socio natural de Lula y que fue invitado a esta cita. En tanto, Bolivia se sumó al bloque a mediados de este año con membresía completa. Su presidente socialista, Luis Arce, mantiene una sintonía fina con Brasilia.
Sin embargo, el presidente argentino es cercano a su par paraguayo, Santiago Peña.
Por eso esta cumbre cobra una relevancia extra. Será el primer enfrentamiento ideológico cara a cara que tendrán Milei y Lula, como exponentes de las dos posturas en disputa. Las reuniones serán a puertas cerradas y la tensión es evidente en las distintas delegaciones.
Si bien ambos presidentes no se reunirán en forma bilateral, mantendrán un duelo dialéctico en la reunión formal del grupo. Ya en la reciente cumbre del G20 en Río, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, afirmó que tuvo un ríspido debate con Milei, cuyas imágenes estarían solo en poder de la delegación argentina, según denunció.