Un nuevo hecho de violencia le cambia el foco a una jornada deportiva y, de milagro, no terminó con graves consecuencias. En la previa del partido entre San Telmo y Aldosivi, válido por la fecha 19 de la Zona B de la Primera Nacional, una bomba de estruendo explotó en la puerta del vestuario visitante. Si bien no logró el objetivo inicial, que era arrojarla adentro y que estalle más cerca de los jugadores del Tiburón, de todas maneras el ruido sí lo afectó al DT del conjunto marplatense, Andrés Yllana, que fue trasladado al hospital Argerich con problemas auditivos.
Lejos de cualquier sentido común inicial, las autoridades del partido y los planteles de ambos equipos aguardaron el parte de salud para determinar si se suspendía o no el partido. Unos 40 minutos después de la agresión, el árbitro Edgardo Zamora finalmente anunció la suspensión del encuentro.
“Nos acaban de tirar una bomba”, denunció el presidente de Aldosivi. Y el club, en su cuenta de Twitter, informó: “En la previa al inicio del partido ante San Telmo, una bomba de estruendo explotó en la puerta de nuestro vestuario. Como consecuencia del hecho, el técnico Andrés Yllana fue trasladado al hospital Argerich con problemas auditivos”. Y no bien se conoció la suspensión del partido, agregaron: “Estamos esperando el parte médico”.
Lo cierto es que en los últimos días también se vivieron otros hechos de violencia en el fútbol argentino que terminaron con la suspensión momentánea o parcial de los partidos, ya sea por Copa Argentina o la Liga Profesional de fútbol.
Partido suspendido en Mendoza
El 25 de mayo pasado, el partido entre Godoy Cruz y San Lorenzo, por la tercera fecha de la Liga Profesional 2024, fue suspendido por el árbitro Nazareno Arasa a los 2 minutos del segundo tiempo, cuando el marcador estaba igualado 1-1 en el estadio Malvinas Argentinas. Nahuel Ulariaga marcó el tanto para el Tomba, mientras Agustín Giay había hecho el empate en la última jugada del primer tiempo.
Los cruces entre los hinchas de Godoy Cruz y la policía de Mendoza es una situación que se ha hecho recurrente. Antes del cotejo hubo corridas y la policía disparó balas de goma cuando un grupo de hinchas del Bodeguero intentó ingresar en el sector sur del estadio Malvinas Argentinas. Pero desde el primer momento la intención de un sector de hinchas locales que pretendían retomar el poder en la tribuna fue suspender el partido.
Por tal motivo, el Tomba recibió una dura sanción. El Tribunal de Disciplina informó, en su boletín N° 6501, el castigo por la suspensión: le sacarán tres unidades en la tabla del campeonato local y jugará sus próximos dos partidos sin público (Rosario Central por la quinta jornada y River en la séptima). A su vez, el club mendocino deberá pagar una multa de 500 entradas por tres fechas.
Fuente: La Nación