Los indicadores del INDEC no dejan lugar a dudas: el consumo en Argentina continúa en franca caída. En marzo, las ventas en supermercados y mayoristas se desplomaron 10,7% interanual, alcanzando un descenso acumulado del 11,5% en el primer trimestre del año. Esta alarmante tendencia refleja el impacto de la aceleración de la inflación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo de los hogares argentinos.
Supermercados: Un panorama desolador
Las ventas en supermercados cayeron 9,3% en marzo respecto del mismo mes del año pasado. A pesar de un aumento nominal del 279,8%, este incremento no alcanza a compensar la inflación general del período, que se ubicó en torno al 290%.
Esta contracción se observó tanto en las ventas presenciales como en las online, y afectó a una amplia gama de productos. Los rubros más golpeados fueron electrónica y textiles, mientras que panadería y artículos de limpieza registraron los menores descensos.
Mayoristas: Una situación similar
En el caso de los autoservicios mayoristas, la facturación se contrajo 10,7% interanual en marzo. Al igual que en los supermercados, se observó una fuerte caída en el uso del efectivo y un aumento en la utilización de tarjetas de crédito.
Las provincias más afectadas
La caída del consumo no se distribuyó de manera uniforme en todo el país. Las provincias más golpeadas fueron Formosa, Santiago del Estero y Tucumán, mientras que CABA, PBA, Córdoba, Santa Fe y Neuquén mostraron subas reales.