Independiente de esta consideración, lo que no se dijo en el mensaje del gobernador es que ese desequilibrio quedó totalmente financiado con los recursos que dejamos al finalizar la gestión y que provenían de superávits de los ejercicios anteriores 2020, 2021 y 2022, cuyos resultados positivos excedieron holgadamente el desequilibrio de 2023. Tampoco el gobernador hizo referencia a la cartera de títulos públicos que dejamos en el activo de la provincia, que ha quedado intacta porque nunca se vendieron y que a la fecha tiene un valor de mercado del orden de $600.000 millones.
Consultado por si el déficit de 2023 estuvo explicado en gran parte por la creación de 10.460 nuevos cargos en el Estado santafesino, Agosto señaló que no. Esa afirmación no refleja la realidad y es muy fácil verificarlo mirando los números que el propio gobierno publica: el gasto corriente de 2023 sólo creció 1,3% real con relación a 2022, es decir, se mantuvo prácticamente constante. Sin embargo, los recursos corrientes cayeron 7% en términos reales. Esto demuestra que el desequilibrio se produce exclusivamente por la fuerte caída de la recaudación y no por el aumento del gasto que se mantuvo en los mismos niveles de 2022.
La sequía afectó severamente a la producción y también a las finanzas provinciales, con mucha mayor intensidad en Santa Fe que en otras provincias. El gobernador para graficar ese impacto hizo referencia a una caída del PBI a nivel país de 1,6%, teniendo a disposición el indicador de actividad de la Provincia, publicado por Ipec, que refleja una caída del producto en Santa Fe de 8,6% en 2023.
En otro orden, Agosto señaló con relación al aumento de la planta de personal, que los datos publicados permiten ver que el 98% del incremento entre 2020 y 2023 se explica por aumentos en 3 sectores: salud, seguridad y educación. Son áreas intensivas en recursos humanos cuyos planteles crecen con el aumento vegetativo de la población. Pero ademas, el aumento se potenció como consecuencia de la demanda del sector salud derivada de la pandemia, palabra ausente en el discurso del gobernador.
También la planta se incrementó por los pases a planta, que año a año se aprobaban en las leyes de presupuesto, aunque muchos de los que aprobaron esas leyes ahora critiquen.
En el mismo sentido, hubo programas educativos destinados a mitigar los efectos resultantes de la pandemia, tales como “Avance Continuo” o el Programa Nacional “Plan 25”, financiado desde el Gobierno Nacional, los cuales tuvieron un impacto sobre la planta de personal educativo.
Si descontamos el impacto de esos programas educativos mencionados, hay en la provincia 42,1 empleados públicos cada 1000 habitantes, frente a los 42 empleados cada mil habitantes que existían en noviembre de 2019.