No son nuevos los inconvenientes de salud que aquejan al Papa Francisco, pero no por eso -y ante cada novedad al respecto- los fieles de la Iglesia Católica Apostólica Romana de todo el mundo dejan de preocuparse.
El Sumo Pontífice tiene por lo general una agenda muy cargada de actividades y cualquier mínimo cambio puede activar las alaramas.
Tal es el caso de lo que ha sucedido este lunes, cuando el líder máximo de la Iglesia explicó , con voz cansada, que se encuentra bien de salud y que -debido a estas circunstancias- prefería no leer el discurso que había preparado para recibir a miembros de la Conferencia de rabinos europeos.
Pese a los problemas de su estado de salud, bastante deteriorada en los últimos tiempos, no interrumpió las actividades de su agenda matutina.
«Buenos días, os saludo a todos y os doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dároslo y que vosotros lo llevéis», dijo el papa con voz cansada y algo ronca.
Silencio oficial
El Vaticano no ha informado formalmente sobre el estado de salud del Papa Francisco, que mantuvo las numerosas audiencias que tenía por la mañana.
Y se mantiene la celebración del encuentro con cerca de 7.000 niños de todo el mundo de esta tarde en el aula Pablo VI del Vaticano.