Candelaria Enrique, la nena de 5 años que fue alcanzada por una bala perdida en medio de los festejos de Navidad en Rosario, murió en la mañana de este lunes.
El trágico episodio ocurrió en una vivienda de la calle Iriondo al 3900, del barrio Alvear cuando, junto con su familia, salió a celebrar pasada la medianoche.
La pequeña recibió un proyectil de un disparo hecho al aire, de acuerdo a lo informado durante el mediodía del domingo. La bala le impactó cerca del cráneo y aunque fue trasladada de inmediato al Sanatorio de la Mujer, horas después le diagnosticaron muerte cerebral.
Esta mañana, finalmente, el director del centro de salud Eduardo Ontivero, confirmó que la nena murió. El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal para realizarle la autopsia correspondiente.
De acuerdo a lo informado por los investigadores, el hecho será investigado como un homicidio culposo. El caso está a cargo de la fiscal Mariana Prunotto. Emmanuel, el padre de Candelaria, aseguró a la Policía que salió a las 00:10 a la calle con la menor y allí fue alcanzada por el disparo. Hasta ahora no se se habló de ningún enfrentamiento o hecho de sicariato.
“No vi a nadie disparando. Estaba lleno de gente. Estaban todos los vecinos afuera. La llevaron al Sanatorio de la Mujer y estaba llena de sangre. Los padres decidieron donar sus órganos. La nena era hermosa. Tenía cinco años, era hija única. Lamentablemente un hijo de p… la mató. No hay explicación alguna, destruyeron a toda la familia”, expresó el tío de la menor a medios locales.
La despedida del jardín de infantes donde concurría la pequeña Candelaria
El jardín de infantes Sapo Pepe, ubicado en la calle Alsina, le dedicó un triste posteo en sus redes sociales:
“Hoy nos toca despedirte, nuestra dulce Cande. Hay muchas preguntas en nuestra cabeza y no podemos responder el por qué. Simplemente recordar todos los momentos compartidos, el verte crecer desde tan pequeñita hasta que cumpliste tus 5 añitos. Ese cumpleaños que cantamos 7 veces el feliz cumple (porque te encantaba y así lo pediste), nuestros almuerzos, nuestras meriendas.
Nunca vamos a olvidar tu sonrisa, tu mirada tan especial, tu alegría cada vez que entrabas al jardín y tu saludo a mamá y papá con felicidad, tu inocencia, tu solidaridad, tu bondad, tu paciencia, tu amor, tu cariño, tus “¡seño te amo!”, tus abrazos tan fuertes, tus carcajadas.
Cande, nos dejaste un vacío enorme… te vamos a extrañar hoy, mañana y siempre. ¡Te amamos, Cande!
Mucha fuerza para su familia, en especial a su mamá y papá, excelentes personas, excelentes papás”.
Fuente: TN