La desazón de los jugadores de Colón tras un buen partido donde chocaron con la figura de Unsain.
El dueño del trámite, de las ocasiones de gol y de los méritos, fue Colón. El que se llevó todo fue Defensa. De “Justicia”, ni hablemos, pero así es el fútbol y -aunque no siempre- muchas veces los goles que no marcás en el arco rival los sufrís en el propio, por eso te vas con las manos vacías aún sin merecerlo.
Fue, ni más ni menos, lo que ocurrió en esta última presentación rojinegra del año ante su gente. Gente que, dicho se a de paso, sobre la hora llegó en muy buen número al estadio del Barrio Centenario a pesar de tratarse de un horario complicado para un día laborable.
Cómo explicar el resultado, como muchas veces ocurre en este deporte. A Colón lo mató su propia impericia en las dos áreas: en la propia, sufrió dos goles sin obligarlo a realizar mayor esfuerzo a su rival. Y en la contraria malogró todo lo que generó, o casi todo pero en definitiva no hace la diferencia.
Para los neutrales fue un partidazo, salvo para aquellos puristas que cuando ven oportunidades de gol prefieren señalar los errores que las provocaron. Porque frente a los arcos hubo de todo en un partido que tranquilamente pudo haber terminado 4 a 4, o más, porque si Colón hubiera estado más acertado en la definición se podría haber llevado todo.
Antes de los cinco minutos, Defensa sacó rápido un tiro de esquina desde la izquierda y Colón durmió. Entonces Ortiz tuvo tiempo de enganchar dentro del área y sacar un centro que peinó Alanís en el primer palo para dejar sin respuestas a Chicco.
Fue el cachetazo que necesitaba para despertarse de la siesta, porque a partir de ahí empezó a crecer en el juego el equipo de Saralegui. Tal es así que no tardó demasiado en merecer y -casi al mismo tiempo- conseguir el empate, tan rápido como la visita se había puesto en ventaja.
Primero, Perlaza sacó un remate desde afuera que se desvió en un defensor y salió cerca del arco defendido por Unsain. De ese tiro de esquina, Acevedo estrelló un gran cabezazo en el travesaño -centro milimétrico del “Pulga”- y en el rebote Goltz no pudo batir al arquero desde el área chica. Pero tras cartón llegó otro centro -esta vez desde la derecha- con destino a “Wanchope” Ábila, que fue interceptado por el brazo de Colombo. El árbitro Andrés Merlos, bien ubicado, sancionó el claro penal y Luis Miguel Rodríguez lo cambió por gol con un remate bajo y al medio tras su habitual saltito.
Desde allí el trámite entró en un ida y vuelta para el infarto en el que los dos llegaron con claridad cada vez que se lo propusieron. Ocurre que Colón se lo propuso más y Defensa se lo propuso mejor, o al menos con mejor fortuna. Porque el “Halcón” volvió a adelantarse en la siguiente jugada nítida de gol, que a decir verdad tal vez no hubiera sido tan nítida de no ser por el inoportuno botín izquierdo de Paolo Goltz que se interpuso para desviar un remate de Christian Ortiz y convertirse en el gol de la victoria parcial para los de Florencio Varela.
Mientras que el “Sabalero” fue una verdadera máquina de desperdiciar goles durante lo que restó de la primera mitad. En ocasiones por definiciones erráticas -como dos de “Wanchope”- en las que no definió bien dentro del área y otras por decidir mal en el último pase.
Fue un primer tiempo en el que la mitad de la cancha no existió. Los dos prescindieron de ese espacio del campo. Colón, con Picco como único elemento de contención, mostró su ambición con un juego directo que muchas veces lo llevó a quedar de cara al gol con mucha gente dentro del área rival.
La visita, que comenzó algo más prolija, tampoco se entretuvo demasiado y contraatacó a la búsqueda de liquidar la historia ante las oportunidades que dejó pasar su rival. Y el complemento comenzó de idéntica manera. Porque Defensa inquietó primero con un tiro de esquina izquierdo que derivó en un remate desde la media luna bien contenido por Chicco y en la contra, el arquero sacó largo para “Wanchope”, el ex Boca pivoteó para Bernardi y este lo habilitó al “Pulga”, que remató cruzado y forzó una buena estirada del arquero Unsain.
Aunque Vaccari movió el banco en el entretiempo y mandó al campo a un defensor como Souto en lugar de un hombre ofensivo como el autor del segundo tanto, Colón siguió siendo punzante y encontrando fisuras en el fondo rival, a veces con mayor prolijidad -como cuando la pelota pasó por el “Pulga” Rodríguez y otras de pura insistencia. A los 11, Bernardi arrancó desde la mitad de la cancha en velocidad y habilitó al tucumano, que definió de primera pero el remate le salió al cuerpo de Unsain.
Pasado el cuarto de hora, Saralegui mandó a la cancha a Eric Meza y a Juan Pablo Álvarez para refrescar la zona derecha, por donde el “Halcón” mostraba algunos desajustes entre la espalda de Togni y el lateral Soto. El surgido de la cantera rojinegra, quien volvió tras la lesión y jugó por primera vez desde que asumió el uruguayo, aportó algunas proyecciones por su banda y estuvo cerca del gol con un cabezazo desviado.
Aunque por el sector opuesto también generó lo suyo. Por ejemplo, una jugada de Goltz que desbordó como si fuera el mejor Bernardi y le puso un centro a la cabeza al “Pulga”, que no se convirtió en el empate únicamente por la gran respuesta del guardameta contrario.
Los argumentos que encontró Defensa en cuestión de ataque fueron apenas algunos contragolpes que aprovechó a partir de los espacios que se le generaron con un Colón jugado al ataque. Así consiguió un disparo de Tripicchio que se desvió y salió al córner y otro remate a colocar de Gutiérrez bien atrapado por Chicco.
Pero lo cierto es que Colón siguió acumulando méritos para alcanzar al menos la igualdad. Una atajada providencial del buen ex arquero de Newell’s sobre un cabezazo a contrapierna de Goltz se lo impidió una vez más.
Al “Sabalero” ultraofensivo, además de suerte, le faltó ese oportunismo goleador que otras veces le aportó un especialista en la materia como Ramón Ábila. Pero “Wanchope” estuvo cruzado en la primera parte y prácticamente ausente en el complemento.
Entonces Colón terminó siendo una máquina de buscar y no encontrar. Ni siquiera se le dio el tiro del final, cuando Taborda -que había ingresado unos minutos antes- remató cruzado y la pelota encontró un botín rival que la mandó al tiro de esquina.
Así el elenco rojinegro cerró una temporada para el olvido en condición de local. La producción numérica habla de seis derrotas, cuatro empates y tan solo cuatro victorias en casa en la presente Liga Profesional que se va. La otra producción, la futbolística, habla de un déficit todavía mayor. Que no se reflejó en este partido despedida, es cierto, pero que sí se condijo en líneas generales con una muy pobre cosecha general, que cambiará muy poco sea cual sea el resultado en Rosario, donde Colón completará el año ante Central.
Párrafo aparte merece la actuación del “10” Sabalero. ¿Habrá sido su función despedida? El tiempo -inmediato- lo dirá. Si fue así, el público presente habrá sido testigo de una actuación de alto nivel y se lo retribuyó con una sonora ovación cuando dejó el campo de juego para el ingreso de Laureano Troncoso, con partido casi consumado.
Síntesis
Colón 1
Def. y Justicia 2
Colón: Ignacio Chicco; Gian Nardelli, Lucas Acevedo, Paolo Goltz, Rafael Delgado; Santiago Pierotti, Baldomero Perlaza, Leonel Picco, Christian Bernardi; Luis Miguel Rodríguez y Ramón Ábila. DT: Marcelo Saralegui.
Defensa: Luis Unsain; Nicolás Tripicchio, Nazareno Colombo, Nicolás Zalazar, Alexis Soto; Kevin Gutiérrez, Julián López, Christian Ortiz; Gabriel Alaniz, Nicolás Fernández y Gastón Togni. DT: Julio Vaccari.
Goles: en el primer tiempo 4m. Alanís (D); 10m. Rodríguez (C) de penal; 17m. Goltz en contra (D).
Cambios: en el segundo tiempo, al comienzo, Lucas Souto por Ortiz (D); 15m. Eric Meza por Nardelli y Juan Pablo Álvarez por Pierotti (C); 31m. Fabricio Domínguez por Alanís y Andrés Ríos por Fernández (D), Julián Chicco por Picco y Facundo Taborda por Perlaza (C); 41m. Francisco Marco por Gutiérrez (D); 47m. Braian Cuello por Togni (D) y Laureano Troncoso por Rodríguez (C).
Fuente: El Litoral