El británico se mostró muy molesto con los pedidos de la FIA y advirtió que no acatará la norma que obliga a los competidores a quitarse los aros y cadenas
En vísperas del Gran Premio de Australia de la Fórmula 1, hubo un poco de revuelo entre los pilotos porque la Federación Internacional del Automóvil (FIA) empezó a poner el foco en reglamentaciones vinculadas a su vestimenta. En ese contexto, la polémica ha ido a mayores porque Lewis Hamilton, una de las figuras de la parrilla, adelantó su rechazo a la normativa que obliga a los competidores a quitarse todas las joyas, aros y cadenas.
El piloto estrella de Mercedes, siete veces campeón del mundo en la máxima categoría del automovilismo, explicó que no va a respetar la regla porque, por más que quisiera retirarse los elementos del cuerpo, no podría hacerlo. Además, Hamilton dijo que es una decisión que él mismo debe tomar sobre su cuerpo.
“No tengo planes de quitarme las joyas en las carreras. De todos modos, algunas no me las puedo sacar. Las de mi oreja derecha están prácticamente soldadas. Así que tengo que cortarme la oreja para quitármelas. Por eso se quedarán”, dijo el deportista británico a los periodistas después de la carrera, según difundió Reuters. “Deberías poder ser quien eres”, insistió.
El piloto de 37 años, que terminó en el cuarto lugar con Mercedes en la carrera disputa en Melbourne, ha decido no atender a una normativa que impide a los conductores usar piercings en el cuerpo o cadenas de metal en el cuello, una regla que ha sido introducida desde 2004 pero nunca se ha aplicado correctamente. “Y continuaré haciéndolo… Realmente no entiendo las pequeñas cosas que están captando”, sentenció Hamilton.
De hecho, el experimentado piloto inglés aprovechó para burlarse de la situación. “Sé que tienes un piercing en el pezón, hombre”, le dijo Hamilton en tono de broma a Verstappen, quien le siguió el juego. “¿Quieres verlo de nuevo?”, respondió la joven estrella del equipo Red Bull.
Toda la polémica ha comenzado en la previa del Gran Premio de Australia, cuando el organismo rector de la F1 decidió reforzar esta normativa. El nuevo director de carrera, Niels Wittich, les dijo a los conductores que no se permitirían “perforaciones en el cuerpo o cadenas de metal en el cuello” y que se revisarían incluso el uso de la ropa interior antes de las carreras.
Otro de los pilotos que mostró su descontento fue el francés Pierre Gasly. En declaraciones publicadas por el sitio especializado Motorsport, el joven competidor de Alpha Tauri ironizó sobre lo sucedido e invitó a Wittich a revisar uno por uno a los corredores. “Si quieren revisar mi culo, siéntanse libres, no tengo nada que ocultar. Mi pene, todo. Si eso les hace felices, siéntanse libres”, disparó Gasly.
La regla en cuestión forma parte del Artículo 5, en el tercer capítulo del Apéndice L del Código Deportivo Internacional de la FIA, que busca proteger a los conductores en caso de una salida repentina del coche durante un accidente. En 2005, la FIA impuso por primera vez “una prohibición inmediata del uso de joyas” a los corredores y la regla fue posteriormente adoptada en el Código Deportivo Internacional.
Durante muchos años no hubo inconvenientes al respecto pero el desembarco de Niels Wittich, y su afán por garantizar altos estándares de seguridad y reducir los riesgos, han encendido una nueva polémica en la élite del automovilismo.