Ambos jefes de estado mantuvieron una conversación telefónica, según comunicó el Kremlin. El dictador chavista cuestionó a Occidente
Vladimir Putin y Nicolás Maduro mantuvieron este martes una comunicación telefónica, en la que el dictador venezolano le expresó el apoyo absoluto en la invasión que Moscú lleva adelante en Ucrania. El diálogo fue confirmado por el Kremlin mediante un comunicado de prensa.
En sintonía con la narrativa que el Kremlin intenta instalar en la opinión pública para justificar su ataque contra la población civil ucraniana, el servicio de prensa del régimen informó: “Vladimir Putin compartió sus valoraciones sobre los acontecimientos en torno a Ucrania, señalando que los objetivos de la operación militar especial son la protección de los civiles en Donbás, el reconocimiento por parte de Kiev de la RPD y la RPL y la soberanía de Rusia sobre Crimea, así como la desmilitarización y desnazificación del Estado ucraniano, y la garantía de su estatus neutral y libre de armas nucleares”.
“Nicolás Maduro expresó un fuerte apoyo a las acciones decisivas de Rusia”, remarcó el comunicado del Kremlin y agregó que el dictador chavista había “condenado” lo que calificó como “actividad desestabilizadora de Estados Unidos y la OTAN”. “Las partes discutieron temas de actualidad para seguir reforzando la asociación estratégica ruso-venezolana y la ejecución de proyectos conjuntos. Las partes acordaron continuar el intercambio de visitas de delegaciones y contactos a diversos niveles”, dice el parte de prensa.
El “fuerte apoyo” de Maduro hacia Putin se da en el marco de una condena internacional casi unánime hacia la brutal agresión militar desplegada por Moscú. La alianza entre ambos regímenes no es nueva y Caracas es un aliado firme del Kremlin, como también los son otros países de América Latina como Cuba y Nicaragua.
Advertencia de la Unión Europea
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dejó en claro este martes a Rusia que el bloque no va a “cambiar derechos humanos por su gas”, y que va a empezar a trabajar para “cancelar” la dependencia comunitaria de los hidrocarburos rusos. También subrayó: “Nos acordaremos de quienes no estén a nuestro lado”.
“No vamos a abandonar la defensa de nuestros derechos humanos y libertad porque seamos más o menos dependientes de Rusia”, recalcó Borrell durante una intervención en un pleno extraordinario de la Eurocámara para debatir la invasión rusa de Ucrania.
El discurso de Josep Borrell en el Parlamento Europeo
“Nadie puede mirar de lado cuando un potente agresor agrede sin justificación alguna a un vecino mucho más débil, nadie puede invocar la resolución pacífica de los conflictos, nadie puede poner en el mismo pie de igualdad al agredido y al agresor; y nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no estén a nuestro lado”, enfatizó el diplomático en una frase que provocó los aplausos en el recinto.
Los eurodiputados pedirán que “se amplíe el alcance de las sanciones y que se apunte a debilitar estratégicamente la economía y la base industrial rusas, en particular el complejo militar-industrial, y con ello la capacidad de la Federación de Rusia de amenazar la seguridad internacional en el futuro”, así como más medidas contra Bielorrusia.
En concreto, el Parlamento llamará a restringir la importación en Europa de petróleo y gas rusos, prohibir nuevas inversiones europeas en Rusia y viceversa, bloquear a todos los bancos rusos del sistema financiero europeo o imponer sanciones secundarias a los bancos que utilicen medios alternativos a SWIFT.
También sugieren, entre un largo abanico de medidas, cerrar los puertos de la UE a buques cuya última o próxima escala sea en la Federación de Rusia, prohibir el acceso a la contratación pública de la UE para la compra de bienes y servicios procedentes de Rusia y Bielorrusia y retirar inmediatamente la financiación de todos los programas de cooperación en materia de investigación e innovación con Rusia apoyados con fondos de la UE.
Además, piden “un enfoque coherente” en las sanciones europeas, “sin exenciones inducidas por intereses sectoriales o nacionales”.