En claro tono de campaña, pensando en las elecciones de 2022, el presidente brasileño volvió a atacar al líder del PT y puso a otros países de la región como ejemplos negativos
Jair Bolsonaro arremetió este viernes contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Argentina, Venezuela y el comunismo, en un acto de entrega de tierras a campesinos al que le imprimió un claro tinte electoral.
Con la mente ya en los comicios presidenciales de octubre de 2022, en las que aspirará a la reelección, el mandatario condenó que Lula pretenda postularse nuevamente a la Presidencia. Sin citarlo por su nombre, lo llamó “ladrón que quiere ser candidato”.
La alusión a Lula coincidió con una nueva encuesta divulgada este viernes, según la cual el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ganaría las elecciones del año próximo con un 45%, frente al 37% que obtendría Bolsonaro en una segunda vuelta, resultados similares a los de otros sondeos.
Lula recibió días atrás una nueva señal de respaldo del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). Este viernes se conoció que ambos compartieron su preocupación por la gestión de Bolsonaro durante un almuerzo promovido el 12 de mayo por el ex ministro Nelson Jobim. El encuentro entre los ex mandatarios se dio luego de que en marzo pasado Cardoso afirmó que votaría a Lula en un eventual ballotage contra Bolsonaro.
Lula está en condiciones de ser candidato después de un fallo judicial que anuló las penas de casi 26 años de cárcel en su contra por un conflicto de competencias. Por eso, ordenó que sus juicios se repitan en otra jurisdicción.
“Vean lo que pasa en el mundo. Saben que una mala elección puede llevar al pueblo a la desgracia”, dijo Bolsonaro en un intento de advertir lo que podría ocurrir en Brasil si Lula se impusiera en 2022.
“Así fue con (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro en Venezuela”, dijo primero. Y luego agregó: “En Argentina también hicieron una elección equivocada”, en clara referencia al actual presidente, Alberto Fernández, con quien tiene ya un largo historial de cruces.
“No queremos eso para nosotros, pero va a depender de lo que ustedes elijan en 2022”, insistió Bolsonaro, quien subrayó que “el comunismo no funcionó en ningún lugar del mundo y no será en Brasil donde se vaya a instalar”. El acto fue celebrado en un municipio del estado de Maranhao, cuyo gobernador es Flavio Dino, del Partido Comunista y que también fue objeto de críticas del gobernante.
“Tienen que tener aversión al comunismo”, que “sólo crea igualdad en la desesperanza, el hambre y la miseria, destruye las familias y las religiones”, dijo el presidente. El mandatario fue incluso un paso más allá y trató a esta ideología de peste. “El estado de Maranhao será liberado de esa plaga”, afirmó en referencia a las elecciones de 2022, donde también se votarán gobernadores.
Bolsonaro volvió a criticar los cierres de actividades económicas decididas por gobernadores y alcaldes para contener los contagios de coronavirus, que en Maranhao han sido especialmente duras. Aseguró que “no tienen eficacia científica comprobada” y sostuvo que son aplicados para “oprimir al pueblo”.
Más allá de esos comentarios, el presidente no hizo alusión alguna a la situación sanitaria del país, que tiene casi 445.000 muertos por COVID-19 y está, según algunos especialistas, asechado por la amenaza de una posible nueva ola. De todos modos, es cierto que el promedio de muertes diarias bajó más de un 30% en el último mes, aunque la caída se detuvo esta semana.
Tampoco mencionó Bolsonaro la identificación en Brasil del primer caso de la agresiva variante india, detectado este jueves precisamente en Maranhao, y que se suma a las cepas británica, sudafricana y la amazónica, que circulan desde hace meses en el país.