El rojinegro perdió con Sarmiento de Junín por 1 a 0 y el Mono Burgos volvió a quedar en el centro de los cuestionamientos
Newell’s no encuentra el rumbo. Y en cada intento de enderezarlo, profundiza la crisis futbolística que está atravesando. Este lunes quedó eliminado de la Copa Argentina tras mostrar una pésima imagen en su derrota con Sarmiento de Junín, por los 16avos. de final, y la continuidad del entrenador Germán Burgos aparece en una nebulosa que se vuelve cada vez más espesa.
La realidad del rojinegro enciende luces de alarma. Por el nivel futbolístico que está exhibiendo, y los consecuentes resultados. este lunes quedó afuera de una Copa, la posibilidad de que avance en la Sudamericana son mínimas, y terminó último en la Copa Liga Profesional. En números: ganó sólo cuatro de los 19 partidos que disputó en las tres competencias.
Este lunes el equipo del parque Independencia salió a la cancha cargando la mochila de la urgencia. De la necesidad de ganar para pasar de fase, cambiar la imagen y darle un poco de aire al Mono Burgos.
Buscó el arco rival de arranque, pero no encontró los caminos y el trámite del encuentro se desarrolló siempre sobre el área del arquero Aguerre.
Virtudes del elenco juninense y falencias del propio Newell’s argumentan el minuto a minuto del partido. La presión alta del elenco de Sciacqua fue demasiado para el juego de un rojinegro que no mostró argumentos futbolísticos para posicionarse en campo rival. Probó por abajo con pelota dominada y saltando líneas, pero todos sus intentos resultaron estériles.
Todas las señales indicaban que si alguien podía abrir el marcador ese sería Sarmiento. Y así fue. A los 35′ Lema cometió un grosero error al intentar cubrir la pelota, el delantero Borasi le ganó la espalda y el robó la pelota, y luego definió al primer palo ante la salida de Aguerre.
Tan floja fue la actuación del equipo de Burgos en la primera mitad, que la única jugada de peligro cierta nació de un error infantil del arquero Vicentini, quien agarró la pelota con la mano afuera del área. Nacho Scocco ejecutó el tiro libre de gran manera, pero el uno del verde subsanó su error con una gran respuesta.
El repertorio de Newell’s roza lo pobre. No logra hacerse de la pelota, y las pocas veces que la tiene no se le cae una idea. Y que los dos jugadores que tenían la responsabilidad de manejar los hilos del equipo, en este caso Formica y Pablo Pérez, hayan sido reemplazados habla a las claras de eso.
De a poco el rojinegro empezó a mostrar signos de frustración ante un equipo que lo superó en todos los aspectos del juego. Y fue Lema el que evidenció esa sensación. Fue al piso sin intención de jugar la pelota y le cometió una violenta falta a Borasi. Inmediatamente vio la segunda amarilla, y como consecuencia la roja.
El partido entre en el terreno que más le convino a Sarmiento. Jugaba lejos de su arco con gran comodidad, manejaba los tiempos y la pelota a voluntad. Newell’s se había convertido prácticamente en un espectador.
El rojinegro no estuvo a la altura. Tanto fue la diferencia en la cancha que los propios rojinegros entraron en un juego brusco que traslucía su impotencia. Pegaba más de lo que jugaba. Así fue como el mediocampista Fernández se «pasó de rosca» y cometió una violenta falta de atrás que le valió la roja directa a los 81′.
La derrota de Newell’s fue inapelable. Resultó una fiel muestra de la crisis futbolística que atraviesa. Le quedan dos partidos por el grupo F de la Sudamericana para cambiar la imagen y para intentar darle un respaldo al Mono Burgos que lo saque del terreno de los cuestionamientos. Pero a esta altura parece que la cosa está juzgada, no solo por los resultados sino también por los rendimientos futbolísticos.