En un acto por el Día de la Memoria en Las Flores, la vicepresidenta remarcó: “Con los plazos y con las tasas que se pretenden no solamente es inaceptable, es un problema de que no podemos pagar porque no tenemos la plata”
En un acto por el Día de la Memoria que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Las Flores, Cristina Kirchner llamó a la oposición para lograr un acuerdo con el objetivo de negociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional y para afrontar la economía bimonetaria.
“Si desde los partidos políticos no somos capaces de articular un acuerdo mínimo frente a cuestiones estructurales como es el endeudamiento externo y la economía bimonetaria, va a ser muy difícil gobernar la Argentina, sino imposible tal vez”, afirmó la vicepresidenta, que tuvo a su lado al gobernador Axel Kicillof, al diputado Máximo Kirchner, al intendente de Las Flores, Alberto Gelené, y a Gladys D’Alessandro, referente de la Comisión de Familiares y Amigos de los Desaparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado de la ciudad bonaerense.
“Con los plazos y con las tasas que se pretenden no solamente es inaceptable, es un problema de que no podemos pagar porque no tenemos la plata”, aseguró en el evento con el que se conmemoró un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1976.
“No estamos diciendo de no pagar la deuda. Nuestro espacio político fue el único que pagó las deudas de todos los otros gobiernos. Deberíamos hacer un esfuerzo, sobre todo aquellos que tienen responsabilidades institucionales, sean del oficialismo o de la oposición, para que nos den mayor plazo y otra tasa de interés de una deuda que otros contrajeron”, agregó Cristina Kirchner, sobre la renegociación con el Fondo Monetario Internacional que lleva adelante el ministro Martín Guzmán.
“Entonces, creo que este 24 de marzo debe ayudarnos a reflexionar sobre la necesidad imperiosa de volver a retomar un modelo de producción y de empleo”, concluyó la vicepresidente sobre el aspecto económico.
Por otra parte, Cristina Kirchner se refirió a la crisis sanitaria originada por el coronavirus, al que definió como “una pandemia atroz que conmueve a la humanidad y que nos ha roto todos los esquemas y modelos que podíamos tener para gestionar”. En ese contexto, preguntó desafiante: “¿Quién diría que las únicas vacunas con las que contamos hoy son rusas y chinas? Toda la vida dijeron que nosotros, del 2003 al 2015, estábamos cerrados al mundo y no teníamos ninguna conexión, pero a nadie se le escapa que fue la articulación de una Argentina con una visión multilateralista que pudimos contar con las vacunas que nos suministró la Federación rusa y la República Popular de China”.
“Néstor (Kirchner) y yo de vacaciones a Moscú y a Beijing no nos fuimos nunca. Nosotros nos íbamos a Nueva York y a Orlando. A Néstor le encantaba, como un niño. No tenemos problemas con Estados Unidos, no tenemos anteojeras ideológicas. Lo que pasa es que nunca confundimos los gustos personales con los intereses nacionales. Aunque me guste Nueva York, yo sé como tengo que defender los intereses de la Argentina”, insistió.