La intención es revertir el fuerte retraso en la campaña y vacunar a docentes, personal de salud y personas de entre 18 y 59 años de edad, integrantes de grupos de riesgo.
En la Argentina hay mucha preocupación por la lentitud de la campaña de vacunación contra coronavirus desplegada por el Gobierno de Alberto Fernández, y con ese marco es que ahora se ha activado un plan de emergencia destinado a cerra un nuevo acuerdo con el laboratorio chino Sinopharm para conseguir otras 3 millones de dosis, que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aún no ha autorizado para su aplicación en personas mayores de 60 años de edad.
Fuentes oficiales han confirmado que las negociaciones ya se pondrían en marcha. El precio de cada dosis estaría en torno a los U$S15. Entre tanto, se espera que las vacunas hacia el final del mes de marzo, si es que las tratativas prosperan. A la Argentina ha llegado un millón de dosis de la vacuna de Sinopharm desarrollada en China.
La vacuna producida en Beijing se aplica durante esta etapa en docentes, personal de salud y personas entre 18 y 59 años de edad que integran grupos de riesgo. Tanto como la vacuna rusa, la de Sinopharm hace necesaria la aplicación de dos dosis que deben darse con 21 a 28 días de diferencia entre sí. Puede transportarse y almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8 grados.
El primero motivo de este plan de contingencia pensado por el Gobierno tiene que ver con que Rusia no cumple con las entregas de dosis de vacunas pactadas en el contrato y también porque, con los retrasos en el arribo de la vacuna de AstraZeneca, que debía haber arribado al país en los primeros días de marzo.
La vacuna Sinopharm asoma como una opción viable en cuanto a precio, efectividad (ronda el 71%) y disponibilidad. “Logramos reducir el precio por dosis y que no nos impongan comprar un paquete de 30 millones en total, como pretendían inicialmente las autoridades chinas”, afirman a este medio.