Frank Kudelka habló y eludió el tema de su continuidad como técnico de Newell’s, dejando la decisión en los dirigentes: «Será lo que tenga que ser»
Los contextos, las posturas, los dichos muchas veces hay que decodificarlos. Primer dato. Frank Kudelka fue a la conferencia de prensa. Segundo, eludió todas las preguntas sobre su continuidad al frente del plantel de Newell’s, sólo se explayó en las de fútbol. Tercero, igual dijo mucho: «Entiendo los momentos» y «será lo que tenga que ser». Todo ese combo deja prácticamente una sola lectura para hacer. El entrenador rojinegro no se irá por las suyas y le pasó la pelota a la dirigencia. Si no lo quiere más, deberá despedirlo.
«No tengo nada para decirles, no manejo la premura de decir cosas que ustedes quieren escuchar», se defendió Kudelka de entrada. «No hablé con los directivos, entiendo la premura de ustedes pero si no encuentran la respuesta (sobre su continuidad) pido respeto y que no sigan preguntando por lo mismo. Será lo que tenga que ser. Hay que ponerse en el lugar de la persona y respetar el momento», eludió Kudelka las lógicas consultas sobre si seguirá o no al frente de Newell’s.
Por eso, porque obviamente era lo más importante a consultar, el DT rápidamente cortó por lo sano. «La tercera pregunta va en la misma dirección. Creo que siempre obré bajo un solo concepto, el mío. Lo que hagan los demás, pueden estar de acuerdo o no. Soy entendedor de un montón de cosas».
Por eso insistió que no se siguieran haciendo olas al respecto. «No entraré en la avidez de la desesperación. Será lo que tenga que ser. Denme la oportunidad de salir de una situación incómoda para mí porque las cosas no me salen», rogó. «A veces hay que ponerse en lugar de las personas, no para que opinen a favor de mí, pero sí que haya respeto a lo que pido».
Y continuó: «Con el trabajo a destajo durante la semana no nos alcanza. Tengo en claro que el único resorte que hay es el técnico y no los jugadores, pero hace un ratito que terminó el partido, y si no tienen otra pregunta distinta, les pido que me entiendan. No voy a hacer una parodia. Será lo que tenga que ser, pero agradezco entiendan mi respuesta».
Kudelka cortó así todo intento y la verdad a esa altura ya era clara su postura al respecto. No se irá por sí solo. Y quedó, sí, difusa la percepción sobre si cree realmente que tiene fuerza y convicción para revertir el proceso o bien es consciente de que no podrá hacerlo, en cuyo caso refuerza la hipótesis de que se irá si lo despiden.
A esa altura, por supuesto, las razones de la nueva derrota quedaron en un segundo plano, pero Kudelka intentó explicarlas en el final de la conferencia. «El equipo después del gol en contra tomó una postura actitudinal distinta a la del inicio. Actúa más por necesidad que por convicción y eso no es bueno», dijo.
«El rival encontró lo que vino a buscar. Nos llegó de contragolpe con gente muy capaz como Palacios y el lateral volante (Bustos) y después se cerró. Tuvimos algunas aproximaciones pero no nos alcanzó ante un oponente muy parado en su propio campo».
No daba para más. Estaba todo dicho, aunque no explícitamente. La pelota ahora quedó en poder de la dirigencia que le firmó contrato hasta diciembre.