El equipo de Kudelka cayó por 1 a 0 en un partido en el que su funcionamiento no mostró puntos positivos. Pablo Pérez fue expulsado
¿Cuándo llegan Lema y Cristaldo? ¿Pronto? Las respuestas a estas preguntas son las únicas que pueden generar alivio en el presente futbolístico rojinegro. Porque Newell’s debutó en la Copa de la Liga Profesional con derrota. Producto de una floja actuación. Por rendimiento propio. Y ante un Vélez al que no le sobran cualidades. Pero con lo justo y necesario le alcanzó a ganar 1 a 0. Que incluso dispuso la ventaja de jugar con superioridad numérica porque se fue expulsado Pablo Pérez. Pero aún en ese marco, el equipo de Kudelka lo pudo empatar. Porque en el final Maxi Rodríguez y Bíttolo dilapidaron dos situaciones claras.
Newell’s jugó mal. Muy mal. Y perdió con Vélez como lógica consecuencia. Porque los rojinegros fueron un equipo largo, timorato, sin ideas y por momentos apático. El gol de Lucero en el primer tiempo fue la lógica consecuencia de un dominio que los locales ejercieron con paciencia y practicidad, a sabiendas de que tampoco le sobran recursos. Pero fueron suficientes para imponer condiciones ante un planteo de Frank Kudelka que concluye de manera negativa.
Con Pablo Pérez dispuesto como un volante central retrasado para ser el origen de las jugadas ofensivas no resultó, pero no por la falta de condiciones del experimentado jugador, sino porque no tuvo interlocutores válidos. Cacciabue, Rivero y Castro estuvieron lejos de asociarse, y los delanteros fueron absorbidos por la presión y las marcas.
En ese contexto Vélez comenzó a hacerse un festín por el lateral derecho rojinegro. Nadalín fue superado sistemática y numéricamente. Padeció horrores, por errores propios y méritos ajenos. A tal punto estuvo incómodo que metió una pelota hacia al medio y Pablo Pérez debió cometerle una violenta infracción a Bouzat, y no se fue expulsado porque Loustau se equivocó en evaluar la falta.
Es cierto que Newell’s intentó cambiar la fisonomía de su rendimiento en el complemento, porque adelantó las líneas y empezó a pisar con mayor frecuencia el campo velezano, pero el conjunto de Pellegrino buscaba alguna contra para liquidar el resultado.
Y así, en uno de esos intentos, obligó a Pablo Pérez a otra infracción y finalmente se fue expulsado.
En inferioridad numérica y debajo en el marcador, Kudelka mandó a la cancha a Julián Fernández y Maxi Rodríguez, y así intentar nivelar el trámite y pugnar por una igualdad muy difícil de obtener.
El cansancio comenzó a esmerilar el resto físico de Newell’s, y ante esto Kudelka decidió que Sforza y Formica vayan en pos de intentar controlar la pelota, aunque uno de los reemplazados haya sido Scocco, de intrascendente presencia.
Y a los 80 minutos Newell’s tuvo el empate. Una maniobra de Alexis Rodríguez lo dejó solo a su primo Maxi de cara al arco, pero la Fiera le pegó alto y la pelota se fue por arriba del travesaño.
Y después Bíttolo también lo tuvo, pero la tiró por arriba del travesaño.
Newell’s perdió por déficit propio y ahora vendrán días de reparación y cambio. Porque la próxima estación será Boca. Y allí Kudelka deberá disponer de otros nombres y otras formas. Porque el rendimiento debe ser otro.