Familiares de la víctima indicaron que pudieron haberlo confundido con un pariente que tiene una moto similar y que tendría problemas por los cuales lo buscaban para matarlo.
Un joven de 24 años fue asesinado a sangre fría ayer al caer la tarde mientras se encontraba jugando con su pequeño hijo en una plaza de barrio Acindar, en la zona sur. Según la información preliminar, Luciano Nahuel Gómez fue abordado por al menos un hombre que bajó de un auto, se acercó y le disparó al menos diez veces, tal como se infiere de las vainas servidas levantadas de la escena del crimen. De acuerdo con lo que alcanzaron a murmurar familiares de la víctima, una de las hipótesis indica que pudieron haberlo confundido con un pariente que tiene una moto similar a la suya y al parecer tendría problemas por los cuales lo buscaban para matarlo.
El crimen de Luciano ocurrió en Plaza del Triángulo, en Ramón Lista al 3300, a la altura de Crespo al 4400, a unos 300 metros del Centro Municipal de Distrito Sudoeste. Hasta allí había llegado la víctima, un vecino de la zona, en su moto roja junto con su hijo de cuatro años. Cerca de las 19.30 ambos jugaban a la pelota cuando un auto azul se detuvo luego de haber dado un par de vueltas a la plaza. Según los primeros testimonios recabados en el lugar, del vehículo bajaron una o dos personas. Lo cierto es que le dispararon a mansalva a la vista del niño y luego subieron al auto para escapar a gran velocidad.
“Lo vi al nene cuando corría y quedó ahí, espantado. Unas señoras lo contuvieron y rápidamente llegaron los móviles de la Policía”, contó un vecino que escuchó los disparos pero no alcanzó a ver el ataque.
Sobre el césped habían quedado la pelota, la moto estacionada y el teléfono celular de la víctima, mientras los agentes esperaban la llegada de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Una versión inicial que indicaba que uno de los agresores habría filmado el ataque con un celular no pudo ser corroborada.
Ajeno a su destino
En medio del llanto, familiares de Luciano no podían creer lo ocurrido. Incluso contaron que el muchacho le había alcanzado a mandar a su suegra una foto en la que aparecían él jugando con su hijo en la plaza, totalmente ajeno al destino que le esperaba minutos más tarde. También relataron que el joven trabajaba en Aberturas Lagos, que vivía con su pareja de 25 años y el niño, y que había terminado la secundaria en la Escuela Santa Isabel de Hungría.
En cuanto a los motivos de una ejecución tan brutal un familiar alcanzó a balbucear, entre llantos y sin terminar de creer lo sucedido, que es probable que lo hayan confundido con un pariente que tiene una moto parecida y a quien “se la tenían jurada”.
El caso es investigado por el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini, quien encomendó al personal de la AIC las primeras medidas para iniciar la pesquisa como la toma de testimonios y el relevamiento de cámaras de vigilancia de la zona. Al respecto, anoche circulaba una toma de un Chevrolet Corsa azul circulando en contramano por una calle que no descartaban que se tratara del auto de los asesinos.
“Veremos en las pericias si las vainas se corresponden con una única arma de fuego o con más de una”, remarcó Bianchini tras recabar las primer informaciones. Y añadió que “probablemente hayan sido dos tres personas las que bajaron del vehículo”.